Después de la exitosa apertura de su franquicia, Laura estaba lista para entrar en la rutina diaria de ser franquiciataria. Sin embargo, pronto descubrió que llevar un negocio día a día implicaba una serie de retos constantes y, por supuesto, muchas satisfacciones. Este artículo explora lo que significa ser franquiciatario en el día a día y cómo Laura enfrentó las diversas situaciones que surgen al operar una franquicia.
Mañanas de Planeación y Organización
Laura comenzó a comprender que las primeras horas del día eran cruciales para el éxito del resto de la jornada. Desde revisar inventarios hasta asegurar que el equipo llegara a tiempo y motivado, sus mañanas se llenaban de actividades que, aunque rutinarias, definían el tono del día. Para mantenerse organizada, desarrolló una rutina en la que:
Revisaba el inventario y hacía pedidos anticipados si notaba que algún producto escaseaba.
Delegaba tareas específicas a cada miembro del equipo.
Preparaba al personal, recordándoles las promociones del día o cualquier evento especial que podría atraer más clientes.
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